Lectionary Calendar
Saturday, September 28th, 2024
the Week of Proper 20 / Ordinary 25
the Week of Proper 20 / Ordinary 25
advertisement
advertisement
advertisement
Attention!
Take your personal ministry to the Next Level by helping StudyLight build churches and supporting pastors in Uganda.
Click here to join the effort!
Click here to join the effort!
Bible Commentaries
Comentario Popular de la Biblia de Kretzmann Comentario de Kretzmann
Declaración de derechos de autor
Estos archivos están en el dominio público.
Texto cortesía de BibleSupport.com. Usado con permiso.
Estos archivos están en el dominio público.
Texto cortesía de BibleSupport.com. Usado con permiso.
Información bibliográfica
Kretzmann, Paul E. Ph. D., D. D. "Comentario sobre Micah 5". "Comentario Popular de Kretzmann". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/kpc/micah-5.html. 1921-23.
Kretzmann, Paul E. Ph. D., D. D. "Comentario sobre Micah 5". "Comentario Popular de Kretzmann". https://beta.studylight.org/
Versículo 1
Ahora re�nase en tropas, es decir, para resistir al enemigo, oh hija de las tropas, siendo Jerusal�n misma as� designada como el tipo de la Iglesia Militante; nos ha puesto sitio, m�s bien, impersonal, " nos ha puesto sitio ", por los enemigos que nunca descansan; golpear�n al juez de Israel, el gobernante del pueblo, con una vara en la mejilla, porque el per�odo mesi�nico fue precedido por la m�s profunda humillaci�n de Jud�, cuando toda la gloria anterior fue quitada de la naci�n. Pero en este momento de la m�s profunda humillaci�n del pueblo del Se�or, vendr�a sobre �l la mayor gloria de todas.
Versículos 1-15
La persona y la regla del Mes�as.
Habiendo descrito las condiciones y circunstancias bajo las cuales se establecer�a el per�odo de gloria mesi�nica, el profeta pasa ahora a la predicci�n directa acerca de la persona y la obra del Redentor venidero.
Versículo 2
Pero t�, Bel�n Efrata, la peque�a ciudad de Jud� al sur de Jerusal�n, siendo tratada con impresionante solemnidad, aunque eres peque�a entre los miles de Jud�, entre los distritos del pa�s que contiene mil familias, la ciudad es de poca importancia frente a la la poderosa Jerusal�n tan cercana, pero de ti me saldr� a m� el que ha de ser Gobernador en Israel, la elecci�n del Mes�as como el verdadero Rey de Israel que sirve al plan de salvaci�n del Se�or, cuyas salidas son desde la antig�edad, desde la eternidad.
As�, la voluntad y el prop�sito del Padre desde la eternidad se manifestaron en la venida del Pr�ncipe de Paz. Y as� como Sus salidas fueron desde la eternidad, ya que �l es el Hijo eterno del Padre, as� Su generaci�n como hombre es de Bel�n, porque como un verdadero ser humano se hizo sujeto al tiempo y se permiti�, por regla general, ser gobernado. por las limitaciones del espacio tambi�n.
Versículo 3
Por lo tanto, debido a que Israel, el pueblo del Se�or, no ser� redimido por su propio poder, sino por el don de la gracia del Mes�as, �l los entregar�, el Se�or entregar� la naci�n del pacto en manos del enemigo, hasta que el tiempo que dio a luz la que dio a luz, hasta que hubiera nacido el Mes�as; entonces el remanente de sus hermanos volver� a los hijos de Israel, porque en ese tiempo el Se�or unir�a de las diversas naciones del mundo a aquellos a quienes ten�a la intenci�n de agregar a su verdadero Israel, a su naci�n espiritual.
La humillaci�n de la casa de David y de Israel hab�a sido incluida en el plan de Dios, pero el resultado final ser�a que el Mes�as, como Su antepasado David, saldr�a de la humilde ciudad de Bel�n. Para ello era necesario que el pueblo permaneciera bajo el dominio de los enemigos.
Versículo 4
Y �l se mantendr� firme y apacentar�, gobernando y alimentando, como gobernador y pastor de su pueblo, con la fuerza del Se�or, siendo �l mismo el Dios fuerte, Isa�as 9:6 , en la majestad del nombre del Se�or, Su Dios, que le fue comunicado incluso en Su estado de humillaci�n; y permanecer�n, es decir, los verdaderos hijos espirituales de Israel; porque ahora ser� grande hasta los fines de la tierra, su reino, la Iglesia del Nuevo Testamento, que se extender� por toda la tierra.
Versículo 5
Y este Hombre ser� la Paz, el nombre correctamente aplicado al Mes�as por Pablo en el maravilloso pasaje que describe el efecto de Su redenci�n para toda la humanidad, Efesios 2:14 . Cfr Isa�as 9:6 . Cuando Asirio entre en nuestra tierra, y cuando pise en nuestros palacios, levantaremos contra �l siete pastores y ocho hombres principales, u ocho pr�ncipes de hombres. Esta es una descripci�n figurativa de las victorias que el Se�or y Su reino obtendr�an sobre todos los poderes de este mundo.
Versículo 6
Y asolar�n la tierra de Asiria, representante de todos los ej�rcitos que se levantan contra el Se�or, con la espada y la tierra de Nimrod, quien fue el fundador de la primera gran monarqu�a mundial, en las entradas de la misma, o "con sus puertas, "el derrocamiento de las puertas que significa la captura de toda la ciudad y el pa�s; as� nos librar� de Asiria, de todos los poderes del mal, cuando venga a nuestra tierra y cuando pise dentro de nuestras fronteras.
Los enemigos del Se�or pueden planear una invasi�n de Su territorio santo e incluso efectuar una entrada, pero su eventual derrocamiento seguramente vendr�. Que estas declaraciones concernientes a la guerra del Se�or con sus enemigos no est�n en conflicto con la profec�a de 4: 2-3 es evidente de inmediato cuando consideramos que en el pasaje anterior los representantes de las naciones elegidos por el Se�or para los suyos son representados en su b�squeda del Reino, mientras que el pasaje presente habla del derrocamiento de aquellos que se niegan persistentemente a aceptar al Mes�as.
Versículo 7
Y el remanente de Jacob, el Israel espiritual, estar� en medio de mucha gente, literalmente, "en medio de la abundancia de las naciones". como el roc�o del Se�or, con su poder refrescante, como las lluvias sobre la hierba, con su fuerza vivificante, que no se detiene para el hombre ni espera a los hijos de los hombres, porque la Palabra de Dios ejerce su fuerza sin la ayuda de hombre.
Versículo 8
Y el remanente de Jacob estar� entre los gentiles en medio de muchos pueblos, como una verdadera ciudad del Se�or, Salmos 46, como un le�n entre las bestias del bosque, a quien tendr�n que ceder sin dudarlo, como un cachorro de le�n. entre los reba�os de ovejas, siendo evidente su superioridad en todos los sentidos, quien, si pasa, pisotea y despedaza, y nadie puede librar. Todos estos hechos, descritos por medio de cifras tan notables, se presentan ahora en una declaraci�n en forma de predicci�n en oraci�n.
Versículo 9
Tu mano se levantar� sobre tus adversarios, o, "Alta sea tu mano sobre tus opresores". y todos tus enemigos ser�n exterminados. Cf Isa�as 9:12 .
Versículo 10
Y suceder� en ese d�a, dice el Se�or, en el tiempo del reinado del Mes�as, que cortar� tus caballos de en medio de ti, ordinariamente, la confianza de los hombres, y destruir� tus carros;
Versículo 11
y talar� las ciudades de tu tierra y derribar� todas tus fortalezas, las fortalezas y ciudadelas que el orgullo de los hombres erige;
Versículo 12
y cortar� de tu mano las hechicer�as, las adivinaciones por medio de varas, vasos y otros medios ; y no tendr�s m�s adivinos, aquellos que observaron el cielo y las nubes y usaron toda clase de hechicer�a y magia.
Versículo 13
Cortar� tambi�n tus im�genes talladas y tus im�genes en pie, las fundidas en metal, de en medio de ti; y no adorar�s m�s la obra de tus manos.
Versículo 14
Y arrancar� tus arboledas, las dedicadas a prop�sitos id�latras, de en medio de ti; as� destruir� tus ciudades, es decir, como fortalezas y centros de actividad b�lica. Todo esto describe el poder que el Mes�as ejerce sobre los corazones de los creyentes al apartar sus corazones de la vanidad de este mundo y convertirlos en la �nica cosa necesaria. Cfr Isa�as 9:4 .
Versículo 15
Y ejecutar� mi venganza con ira y furor sobre los gentiles, que no han o�do, m�s bien, "que no han o�do", que se niegan a aceptar el gobierno del Mes�as. Con respecto al progreso de la profec�a como es evidente en este Cap�tulo, es bueno recordar las palabras de un comentarista: "La promesa del Redentor al principio fue vagamente general. G�nesis 3:15 .
Entonces la divisi�n sem�tica de la humanidad fue declarada como el barrio en el que deb�a ser buscado, G�nesis 9:26 ; luego se hizo m�s claro, definiendo la raza y la naci�n de donde vendr�a el Libertador. la simiente de Abraham, los jud�os, G�nesis 12, 3; luego la tribu particular, Jud�, G�nesis 49:10 ; luego la misma ciudad de Su nacimiento, aqu�. "