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Saturday, September 28th, 2024
the Week of Proper 20 / Ordinary 25
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Bible Commentaries
Pett's Commentary on the Bible Comentario de Pett
Declaración de derechos de autor
Estos archivos son de dominio público.
Texto cortesía de BibleSupport.com. Usado con permiso.
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Texto cortesía de BibleSupport.com. Usado con permiso.
Información bibliográfica
Pett, Peter. "Comentario sobre 1 Corinthians 8". "Comentario de Pett sobre la Biblia". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/pet/1-corinthians-8.html. 2013.
Pett, Peter. "Comentario sobre 1 Corinthians 8". "Comentario de Pett sobre la Biblia". https://beta.studylight.org/
Introducción
Entrar en templos id�latras y comer los alimentos ofrecidos a los �dolos (8: 1-11: 1).
Pablo ahora trata con una pregunta central en el coraz�n de todo gentil convertido. En Corinto, como en otras ciudades gentiles, la idolatr�a entr� en todos los aspectos de la vida. Afect� todos los aspectos de la vida. La pregunta entonces era �c�mo iban a abordar los cristianos el problema?
El principal ejemplo tratado en este cap�tulo es el consumo de carne ofrecida en sacrificio a un dios, dentro de un templo o santuario. Tales comidas sacrificiales se llevaban a cabo con regularidad, a menudo por invitaci�n especial de los asociados, que inclu�an sacrificios a los dioses, en los que, por supuesto, ning�n cristiano pod�a participar directamente, seguidos de la separaci�n de la carne para que una parte fuera ofrecida al dios, otra se la comiera. el pueblo, y algunos se colocaron en la mesa sagrada, puesta a disposici�n de los sacerdotes y posiblemente tambi�n del pueblo.
Una pregunta principal era, �deber�an los cristianos participar p�blicamente de tal carne dentro del recinto del Templo, o incluso en absoluto? Una lecci�n importante que surge de la discusi�n es la de hacer o no hacer cosas que, aunque posiblemente no est�n mal en s� mismas, hacen que otros tropiecen espiritualmente.
Versículo 1
"En cuanto a las cosas sacrificadas a los �dolos".
Pablo aqu� indica con 'ahora concerniente' que est� lidiando con la segunda pregunta principal planteada por los corintios a trav�s de su grupo visitante (compare 1 Corintios 7:1 ), la cuesti�n de las cosas sacrificadas a los �dolos.
'Sabemos que todos tenemos conocimiento. El conocimiento enaltece, pero el amor edifica.
Parecer�a que muchos cristianos corintios afirmaban que su conocimiento superior como cristianos significaba que para ellos los �dolos no eran nada. Por tanto, tampoco se les ofreci� carne de ning�n significado. Por lo tanto, pod�an participar de �l cuando y donde quisieran, ya sea en los templos o en casa, porque ten�an "conocimiento". Ellos estaban al tanto. Despreciaron a los �dolos.
Pablo acepta que tal conocimiento es com�n a los cristianos, pero se�ala que m�s grande que el conocimiento es el amor ( 1 Corintios 13:11 ). �l tambi�n sab�a que los �dolos no eran nada. Pero tener ese conocimiento por s� solo puede hacer que un hombre se enorgullezca. Lo que es m�s importante es el acercamiento del amor, el amor a otros que quiz�s no tengan ese conocimiento completo.
El amor har� que un hombre sea lo que deber�a ser y har� que se comporte como deber�a. Es lo que lo edifica, lo alimenta y lo edifica. Debemos ver todas las cosas en primer lugar desde el punto de vista del amor, de la consideraci�n por los dem�s y del efecto que nuestro comportamiento pueda tener en ellos.
Esto se aplica a todo conocimiento de Dios. Es bueno ser fuertes en la doctrina o en el 'conocimiento espiritual', pero no si no somos fuertes en el amor, el amor por Dios y el amor por nuestros hermanos cristianos. Ser fuertes en el amor es el primer elemento esencial y debe comenzar antes de que seamos fuertes en la doctrina. Es el rasgo distintivo que nos une a todos. Es la evidencia de lo que somos. "El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor" ( 1 Juan 4:8 ). El amor se expresa especialmente al mostrar consideraci�n a los dem�s (v�ase el cap�tulo 13). Es la evidencia de que somos 'conocidos por Dios'.
Versículos 2-3
"Si alguno piensa que sabe algo, todav�a no sabe como deber�a saber, pero si alguno ama a Dios, lo sabe".
Esto se aplica especialmente en nuestra relaci�n con Dios. Puede que tengamos un poco de conocimiento al respecto, pero no se parece en nada a lo que deber�amos saber. Cualquiera que sea nuestro conocimiento de Dios, es peque�o comparado con la realidad. Nuestra visi�n de Dios es peque�a y oscura en comparaci�n con lo que realmente es ( 1 Corintios 13:11 ).
Entonces, si estamos orgullosos de nuestro conocimiento de Dios, somos tontos. Cada uno de nosotros tiene diferentes grados de conocimiento acerca de Dios, pero ninguno de nosotros conoce a Dios ni remotamente por completo. Pero si realmente amamos a Dios, entonces podemos estar seguros de que �l nos conoce, nos elige, nos acepta y nos bendice. Entonces, el amor verdadero trasciende el conocimiento y debe ser la primera consideraci�n ( 1 Corintios 13:13 ).
Esto se aplica a todo lo que sabemos que, si se act�a, causa problemas a los dem�s. Entonces, saber acerca de Dios simplemente nos deja conscientes de lo poco que sabemos realmente, pero amar a Dios y revelarlo en nuestro comportamiento hacia los dem�s, indica que Dios nos conoce, �y qu� podr�a ser m�s maravilloso que eso?
Versículos 4-6
Por tanto, en cuanto al comer de las cosas sacrificadas a los �dolos, sabemos que ning�n �dolo es nada en el mundo, y que no hay m�s Dios que uno. Porque aunque haya que sean llamados dioses, sea en el cielo o en la tierra, como hay muchos dioses y muchos se�ores, sin embargo, para nosotros hay un solo Dios, el Padre, de quien son todas las cosas, y nosotros para �l, y uno solo. Se�or, Jesucristo, por quien son todas las cosas, y nosotros por �l. '
Pablo puede estar de acuerdo con los corintios en que ning�n �dolo existe realmente en el mundo de manera significativa. No son nada. Y que no hay m�s Dios que Uno. Muchos fueron llamados dioses, tanto en los cielos como en la tierra. Hab�a multitud de ellos, tanto "dioses" como "se�ores", estos �ltimos especialmente en las religiones misteriosas. Pero no eran nada.
Porque hay un solo Dios, el Padre, y �l es la fuente de todas las cosas. Todo es 'de �l'. Y hay un Se�or, Jesucristo, quien tambi�n es la fuente de todas las cosas, todo es 'por �l'. El mismo hecho de incluir a Jesucristo en el argumento demuestra que Pablo lo ve�a como verdaderamente Dios.
Observamos aqu� que se equiparan otros 'dioses' y 'se�ores'. Est�n todos al mismo nivel. Est�n incluidos en 'los llamados dioses'. Y en contraste est� el �nico Dios que es Dios y Se�or a la vez. Por lo tanto, cuando habla de "Un Dios" y "Un Se�or", est� equiparando al Padre y al Hijo en una Deidad. Hay un Dios y un Se�or revelados en dos relaciones y, sin embargo, Uno en ser y esencia. Dios el Padre es la fuente de todas las cosas y la suple por medio de Su Hijo, el Se�or Jesucristo ( Hebreos 1:1 ).
Solo hay un Dios y un Se�or, y el Padre es Dios y Se�or, esto �ltimo se aclara en el Antiguo Testamento, y Jesucristo es Dios y Se�or a la vez. Pero el punto principal aqu� es que ellos son el �nico Dios y Se�or.
Cuando se habla en el contexto de dioses, 'Se�or' debe significar el nombre de Dios en el Antiguo Testamento, Yahweh, el nombre sobre todo nombre. Eso siempre se tradujo al griego como 'Se�or' (kurios) como aqu�. Y en Filipenses 2:5 se aplica espec�ficamente a Jes�s en ese contexto. Tiene el nombre encima de cada nombre. Su nombre es 'Se�or'.
As�, el �nico Dios y Se�or se contrasta aqu�, no entre s�, sino con los muchos 'dioses y se�ores' y, por lo tanto, se refiere al �nico Dios y Se�or, que incorpora al Padre y a Jesucristo. Son la 'persona' intercomunicadora e interrelacional dentro de Dios. El Padre se revela a S� mismo en Su Hijo.
Presentar al Se�or Jesucristo aqu� como Se�or cuando contrasta al �nico Dios con los muchos es demostrar Su estado igual en la Divinidad.
"Y nosotros para �l, y nosotros a trav�s de �l". La primera frase enfatiza la posici�n del hombre en contra de Dios, como mir�ndolo y sumiso y obediente a �l. El segundo enfatiza el factor redentor, lo que ahora somos es a trav�s de �l.
Versículo 7
'Sin embargo, no hay en todos los hombres ese conocimiento, sino que algunos, habiendo sido usados ??hasta ahora para el �dolo, comen como cosa sacrificada a un �dolo, y su conciencia, siendo d�bil, se contamina.'
Pero no todos saben plenamente en su coraz�n que esto es as�, que los dioses no son nada y que hay un solo Dios. Algunos todav�a tienen una conciencia supersticiosa de "los dioses" como si fueran "algo" (al igual que muchos, incluso algunos cristianos, creen en las mascotas, los talismanes y la "suerte"). Entonces, cuando comen de algo sacrificado a un �dolo, les produce ideas supersticiosas, porque el �dolo ha sido antes su forma de vida.
Hab�a atado todo lo que hac�an. As� sienten al comer alimentos sacrificados a tal �dolo que de alguna manera est�n participando del dios, que les est� afectando la vida, que se est�n volviendo a involucrar, y que sus conciencias se lastiman porque consideran que est�n honrando al dios. , que saben que est� mal. Entonces, al ser animados por hermanos con m�s conocimientos a participar de la comida ofrecida a los �dolos, y especialmente dentro del recinto del templo ( 1 Corintios 8:10 ), se sienten comprometidos y contaminados. (Por no hablar del testigo ante el mundo). Y el resultado bien puede ser un hundimiento de nuevo en la idolatr�a.
Lo mismo puede aplicarse a nosotros hoy. Debemos evitar todo contacto con lo oculto, con la adivinaci�n, con las cartas del tarot, con las sesiones espiritistas, etc., y en nuestras sociedades multiculturales con todo lo que tenga sabor a la adoraci�n de los dioses, porque aunque nos parezcan nada, esos para quien s� significan algo, malinterpretar� nuestra participaci�n.
Versículo 8
Pero la comida no nos recomendar� a Dios; ni si no comemos, somos peores; ni si comemos, somos mejores.
Por eso, el fuerte debe recordar que el comer comida nunca nos recomendar� a Dios, ni siquiera comerla desafiando a los �dolos. No somos mejores ni peores por eso. Si nos abstenemos de comerlo, somos igualmente loables como si lo comi�ramos. Pero al mismo tiempo, al comerlo cuando se ha ofrecido a los �dolos, podemos causar gran angustia a otros. Por tanto, la conclusi�n deber�a ser que no deber�amos comer de �l, ni dentro del recinto del templo, ni cuando se nos informe que ha sido ofrecido a los �dolos, para que no da�e al hermano m�s d�bil.
En otra parte, aplica este mismo principio a todos los alimentos, ya sean los que los jud�os consideran inmundos o los que los gentiles consideran inmundos ( Romanos 14:1 ; Romanos 14:6 ; Romanos 14:14 ; Romanos 14:20 ).
Versículos 9-12
Pero ten cuidado, no sea que esta libertad tuya se convierta en un obst�culo para los d�biles. Porque si un hombre te ve a ti, que tienes conocimiento, sentado a la mesa en el templo de un �dolo, �no se animar� su conciencia, si es d�bil, a comer cosas sacrificadas a los �dolos? Porque por tu conocimiento perece el d�bil, el hermano por quien Cristo muri�. Y as�, pecando contra los hermanos, y hiriendo su conciencia cuando est� d�bil, pecas contra Cristo. '
Podemos estar nosotros mismos "en libertad", estar libres de toda superstici�n, libres de todo reconocimiento de �dolos, pero por eso no debemos usar nuestro conocimiento de tal manera que seamos un obst�culo para los d�biles. Deber�amos preguntarnos, �c�mo afectar� esto a los dem�s? En todas las cosas, el amor debe prevalecer sobre todo lo dem�s. Porque si participamos de la carne de los �dolos en el Templo, el hermano m�s d�bil podr�a vernos, y conociendo nuestra posici�n espiritual y lo que �l ve como nuestra superioridad espiritual, puede sentir �l mismo que puede participar, su conciencia satisfecha porque hemos comido, pero luego resultar� en su da�o. Porque entonces puede considerarse a s� mismo como nuevamente involucrado en �dolos y ser arrastrado y profanado. �l no tiene la fuerza para permanecer al margen.
Entonces, a trav�s de nuestro 'conocimiento', el hermano m�s d�bil, por quien Cristo muri�, puede perecer (comp�rese aqu� Romanos 14:15 que habla de 'destruir a aquel por quien Cristo muri�'). As� que nosotros, al pecar contra nuestro hermano y debilitar su conciencia, estaremos realmente pecando contra Cristo.
'Puede perecer'. El pensamiento aqu� es que este es 'un hermano por quien Cristo muri�'. Tenga en cuenta que no es 'un hermano que est� en Cristo'. Al igual que con la comunidad de Israel de la antig�edad, donde estaban incluidos en 'el pueblo de Dios' aquellos que se dedicaban externamente al pacto, ya sea internamente o no, de modo que la comunidad estaba compuesta tanto por el verdadero pueblo de Dios como por aquellos que eran �nicos. tan exteriormente, tambi�n en el Nuevo Testamento, desde un aspecto, se consideraba que la iglesia inclu�a a todos aquellos que exteriormente cre�an y hab�an sido bautizados, e inclu�a a aquellos cuya verdadera fe los hac�a en Cristo, y aquellos que estaban al borde de serlo, y pod�an ser vistos externamente como 'hermanos', pero podr�an retroceder y perecer porque a�n no fueron completamente 'salvos'.
Hab�an respondido al mensaje cristiano, estaban aprendiendo y entrando en la fe, pero a�n no hab�an recibido la fe completa. Hab�an 'cre�do en Cristo' en lugar de 'en Cristo' (compare Juan 2:23 y con frecuencia). Cristo muri� por todos, pero no todos llegaron finalmente.
Otros, sin embargo, argumentar�an que el pecado es contra Cristo ( Hechos 9:5 ; Hechos 22:8 ; Hechos 26:15 ) precisamente porque el hermano est� en Cristo. Ellos ven la idea como m�s bien que �l retroceder� y perecer� f�sicamente (comparar 1 Corintios 11:30 ) o posiblemente naufragar� espiritualmente y quedar� a la deriva. Ser� 'destruido' ( Romanos 14:15 ).
Versículo 13
"Por tanto, si la carne hace tropezar a mi hermano, no comer� carne para siempre, para no hacer tropezar a mi hermano".
Por tanto, la conclusi�n de Pablo es que �l mismo no har�a nada que pudiera causar otro tropiezo. Si su comer carne hiciera tropezar a otro, nunca m�s volver� a comer de ella. Har�a cualquier cosa en lugar de volver a tropezar, por la raz�n que fuera. Por lo tanto, tambi�n debemos preocuparnos por las debilidades de los d�biles, complaci�ndolos para que eventualmente se vuelvan fuertes.