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Saturday, September 28th, 2024
the Week of Proper 20 / Ordinary 25
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Bible Commentaries
Comentario Bíblico de Sermón Comentario Bíblico de Sermón
Declaración de derechos de autor
Estos archivos están en el dominio público.
Texto Cortesía de BibleSupport.com. Usado con Permiso.
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Texto Cortesía de BibleSupport.com. Usado con Permiso.
Información bibliográfica
Nicoll, William R. "Comentario sobre 2 Kings 18". "Comentario Bíblico de Sermón". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/sbc/2-kings-18.html.
Nicoll, William R. "Comentario sobre 2 Kings 18". "Comentario Bíblico de Sermón". https://beta.studylight.org/
Versículo 4
2 Reyes 18:4
Nehushtan: una simple "pieza de bronce". Entonces Ezequ�as nombr� a la serpiente de bronce. Estaba empe�ado en la obra de reforma nacional. Vio que se quemaba incienso para esta serpiente de bronce; Eso fue suficiente para �l. Lo que sea que haya sido para la gente en el pasado, ahora era claramente una maldici�n, y era mejor que lo destruyeran de inmediato.
Observar:
I. La veneraci�n ciega por el pasado es siempre un obst�culo en el camino del progreso. Hay multitudes que se aferran con un entendimiento poco inteligente a las instituciones y costumbres simplemente porque les han llegado de sus padres. Si hay una tendencia a adorar a la serpiente de bronce en lugar del Dios vivo, entonces la verdadera sabidur�a es molerla hasta convertirla en polvo.
II. Incluso lo que ha sido ordenado por Dios mismo para una bendici�n puede ser tan mal utilizado como para convertirse en una maldici�n. Vemos esto en el caso (1) del arte y la ciencia; (2) del d�a de descanso semanal; (3) de la Biblia; (4) de nuestros santuarios.
III. Cada s�mbolo pierde su significado y valor en la medida en que se convierte en un �dolo. La serpiente de bronce era una muestra material de la misericordia compasiva de Dios, un s�mbolo del poder divino, un recordatorio de la santidad divina. Pero cuando los jud�os comenzaron a adorarlo, su valor se desvaneci�. Y siempre es as�. (1) Todo credo es un s�mbolo, un intento de expresar la verdad de Dios en las palabras del hombre.
Estas palabras son valiosas solo si apuntan a lo que es m�s valioso que ellas mismas. El reclamo de Dios es que lo honramos a �l y a la verdad, y que no quemamos incienso en meras confesiones de fe. (2) Los sacramentos tambi�n son s�mbolos. Siempre que comienzan a ser idolatrados, pierden gran parte de su significado y valor. (3) La Cruz es el s�mbolo m�s grandioso de toda la historia. Pero no se pretende que debamos descansar en las circunstancias externas de la crucifixi�n. Mirar a la Cruz que trae la salvaci�n es mirar a trav�s de la Cruz a lo que revela.
TC Finlayson, Contemporary Pulpit, vol. iv., p�g. 160.
Referencias: 2 Reyes 18:4 . W. Lindsay Alexander, Sermones, p�g. 260; TR Stevenson, Christian World Pulpit, vol. xi., p�g. 236; W. Walters, Ib�d., Vol. xx., p�g. 237. 2 Reyes 18:4 ; 2 Reyes 18:5 . Spurgeon, Sermons, vol. xvi., No. 960. 2 Reyes 18:5 . El p�lpito semanal, vol. i., p�g. 3.
Versículos 9-12
2 Reyes 18:9
I. En la �poca de David y Salom�n, el peque�o pueblo de los jud�os se convirti� en una naci�n muy poderosa, respetada y temida por todos los reinos circundantes. Pero cuando cayeron en la idolatr�a y abandonaron al Dios verdadero y Su ley, todo cambi�. La idolatr�a trajo el pecado; y el pecado trajo malas pasiones, odio, divisiones, debilidad, ruina. Las advertencias de El�as hab�an sido en vano, y las advertencias de Eliseo tambi�n. En el fondo, a los israelitas les gustaban m�s las idolatr�as de Acab y Jezabel que la adoraci�n del Dios verdadero.
�Y por qu�? Porque si adoraban a Dios y guardaban sus leyes, era necesario que fueran hombres m�s o menos buenos, �ntegros, justos, misericordiosos, limpios y castos; mientras que, por otro lado, podr�an adorar a sus �dolos y, sin embargo, ser tan malos como quisieran. Eligieron la peor parte y rechazaron la mejor; y fueron llenos del fruto de sus propios designios, como seguramente lo estar� todo pecador que no se arrepienta.
II. El rey de Asiria, leemos, trajo paganos de Asiria y los estableci� en Tierra Santa, en lugar de los israelitas. El sacerdote jud�o que le preguntaron por estas pobres personas obtuvieron una noci�n confusa del �nico Dios verdadero, y continuaron durante varios cientos de a�os adorando a los �dolos y al Dios verdadero al mismo tiempo. Pero a medida que pasaba el tiempo, los samaritanos parec�an haberse deshecho de su antigua idolatr�a y se hab�an construido un templo en el monte Gerizim, y all� adoraban no sab�an qu�. Pero aun as� hicieron lo mejor que pudieron, y por fin lleg� su recompensa.
III. Cuando Jes�s descans� junto al pozo de Jacob, su coraz�n anhelaba a estos pobres samaritanos ignorantes y a la mujer pecadora que vino a sacar agua del pozo. Durante cientos de a�os, los samaritanos hab�an sentido a Dios, y a su debido tiempo lo encontraron, porque �l vino a ellos, los encontr� y les habl� cara a cara.
IV. Todo lo que Cristo les pide es que lo reciban cuando venga a ustedes, que amen, agradezcan y traten de ser como �l, mientras que a los dem�s, a quienes se les da poco, se les pedir� poco; y al que usa de lo que tiene, sea poco o mucho, m�s se le dar� y tendr� en abundancia.
C. Kingsley, Town and Country Sermons, p�g. 362.
Referencia: 2 Reyes 18:13 . HB Tristram, Revista dominical, 1873, p�g. 795.
Versículo 36
2 Reyes 18:36
I. Cu�n fuerte debe haber sido la tentaci�n de responder al ap�stata Rabsaces. Y lo que hizo m�s dif�cil el silencio fue la facilidad de la respuesta que podr�a haberse dado en referencia a la mano poderosa y al brazo extendido con el que Jehov� hab�a rescatado a su pueblo de la casa de servidumbre. Pero el mandamiento del rey fue sabio. Nada bueno pudo haber surgido de la controversia verbal que el ap�stata Rabsaces trat� de provocar.
Las pasiones airadas podr�an haberse excitado e inflamado, pero Ezequ�as sab�a que "la ira del hombre no obra la justicia de Dios". Aprendamos sabidur�a de Ezequ�as. Cuando encontramos a un hombre discutiendo, no por la verdad, sino por la victoria; cuando, en lugar de acercarse a s�bditos elevados y santos con mansedumbre y reverencia, en lugar de mostrar bondad y ternura hacia aquellos en quienes �l puede pensar que est�n equivocados, manifiesta amargura, ira, clamor y maldad, nuestra sabidur�a es, aunque triste, todav�a para estar en silencio.
II. Tenemos la misma instrucci�n de una autoridad a�n m�s alta, incluso el ejemplo del Se�or de Ezequ�as. "Fue oprimido y afligido, pero no abri� su boca". En lugar de responder, silenci� a sus oponentes y, en su respuesta, en lugar de entablar una discusi�n con ellos, expuso su ignorancia o su malicia, por lo que, en efecto, no les respondi�.
III. En todas nuestras investigaciones e indagaciones religiosas, lo esencial es tener un coraz�n honesto y bueno. Cuando buscamos el mejoramiento espiritual, debemos recurrir al autoexamen y la oraci�n. Debemos orar a Dios para que nos d� un coraz�n honesto antes de aventurarnos a investigar las cosas de Dios.
WF Hook, Sermones parroquiales, p�g. 140.
Referencias: 2 Reyes 18:37 . Preacher's Monthly, vol. VIP. 199. 2 Reyes 18 Parker, vol. viii., p�g. 279. 2Ki 18-19 EH Plumptre, Expositor, segunda serie, vol. ii., p�g. 437.